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Las instituciones educativas, aunque no pueda parecerlo, también se ven obligadas a transformarse debido a la gran cantidad de información entrante y datos no estructurados que reciben de forma constante, y que puede suponerles una gran perdida de tiempo si estos no están bien organizados. Por ello, es tan importante que las instituciones educativas transformen la forma en la que tratan sus datos y gestionan la información. Para ello, hay 3 puntos clave sobre los que las instituciones deben trabajar:
- Eliminar el consumo de papel y reducir el espacio de almacenamiento
- Luchar contra la pérdida de tiempo y baja productividad
Mejorar la precisión de datos y reducir riesgos de seguridad